Bajo el lema “Precios y seguros justos para la uva de mesa del Vinalopó ¡Sin agricultura nuestros pueblos se hunden!” cerca de dos mil agricultores de la provincia, principalmente de la comarca del Vinalopó, han protagonizado una gran tractorada y concentración para reclamar soluciones a la agónica situación que atraviesa el sector agrícola como consecuencia de la crisis de precios que obliga a los productores a vender por debajo de costes.
Casi trescientos tractores han salido desde el polígono de El Fondonet de Novelda para dirigirse en caravana a la multitudinaria concentración que ha tenido lugar en Monforte del Cid, donde han evidenciado la “situación límite” que atraviesa el sector agrícola y han reclamado precios justos para los productos del campo así como la modificación de la Ley de la Cadena Alimentaria, que impida los abusos y garantice por ley precios mínimos en el campo; la implantación de un seguro agrario viable; una planificación hidrológica seria y compatible con la rentabilidad de las explotaciones, políticas europeas que defiendan al sector primario ante los acuerdos con terceros países y la eliminación de las barreras comerciales y los aranceles injustos y discriminatorios que “expulsan a los agricultores locales de los mercados”.
Organizaciones profesionales agrarias, cooperativas agrícolas, agricultores, productores, asociaciones, colectivos, Consejo Regulador de la Denominación de Origen Uva de Mesa Embolsada Vinalopó y alcaldes de los municipios de la comarca duramente castigada por la crisis en la que está sumido su principal cultivo, la uva de mesa embolsada del Vinalopó, han querido lanzar con esta concentración reivindicativa una llamada de auxilio para un sector que viene asumiendo subidas imparables en sus costes de producción y que, sin embargo, está vendiendo el producto en origen a los mismos precios que hace veinte años.
Antes de ocupar, durante algo más de una hora, la autovía Madrid-Alicante las organizaciones convocantes han dado lectura a un manifiesto que reivindica como “urgente” que el gobierno adopte medidas inmediatas para evitar el hundimiento de un sector en el que la “venta a pérdidas” se ha convertido en el “principal factor de descalabro”, con cosechas que se venden por debajo de los costes de producción. Los agricultores recriminan al gobierno que mientras la renta agraria caía en 2019 casi un nueve por ciento se haya aprobado una subida del 34% del salario mínimo interprofesional, lo que unido a situaciones como sanciones y aranceles interpuestos por Estados Unidos, la introducción de productos procedentes de terceros países, de “dudosa garantía alimentaria y social”, y el histórico problema del agua hace que el “producto más rentable sea el que no se produce”.
Los agricultores han dejado patente la ligazón entre el futuro del sector y el de los pueblos al asegurar que la “agricultura es la vida y el futuro de nuestros pueblos y si nosotros estamos en peligro de extinción, significa que los pueblos también lo están” por lo que han exigido al Gobierno el reconocimiento del agrario como “sector estratégico” del país para, de esta forma, impedir que la España Vaciada siga creciendo.
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Fran Martínez reclama un “balón de oxígeno” para la agricultura
Tras la lectura del manifiesto y las intervenciones de los representantes de las organizaciones convocantes Fran Martínez, alcalde de Novelda, manifestaba su “esperanza” en las medidas que pueda adoptar el Gobierno para salvaguardar un sector tan importante en la comarca y un producto, la uva de mesa embolsa, que genera casi 13.000 puestos de trabajo directos e indirectos, al tiempo que reclamaba un “balón de oxígeno” para la economía agrícola de la que depende buena parte de la población del Medio Vinalopó. En este sentido el alcalde noveldense volvía a mostrar el compromiso del Ayuntamiento de Novelda con la agricultura que, aseguraba, “continuará con sus justas reivindicaciones para evitar el hundimiento de toda una comarca y su población”.
Asimismo Martínez subrayaba que la apuesta que el consistorio noveldense está realizando por la diversificación industrial, a través de la economía digital o los servicios logísticos por los que trabaja el Ayuntamiento, “no puede ser óbice para el mantenimiento de los actuales sectores productivos que sustentan la economía local”.