Si complicado está siendo la temporada 2015-2016 para el primer equipo del Novelda CF, lo mismo se puede decir para su cantera. En artículos anteriores ya hemos hablado de la situación del filial, que se debate entre la formación de futbolistas para el primer equipo y lograr la permanencia en primera regional. Ambos equipos se confeccionaron con plantillas cortas, por lo que ha sido habitual que jugadores del Novelda B completen la convocatoria del primer equipo. Sin embargo cuando Gustavo Pomares no ha tenido a dieciséis futbolistas de su plantilla para convocar, no siempre ha podido subir a gente del juvenil A.
Y es que este equipo, el juvenil A del Novelda CF que milita en el grupo sexto de la primera regional, se ha convertido por méritos propios en la perla de la cantera verdiblanca en esta temporada. A falta de ocho jornadas para que concluya el campeonato, el equipo dirigido por Ricardo Zamora depende de sí mismo para ascender a categoría nacional, algo que nunca antes se había logrado en la entidad verdiblanca.
En una extensa entrevista mantenida en EMISORA MUNICIPAL NOVELDA RADIO, Zamora reconocía que este ascenso no era una prioridad a principios de temporada sino quedar entre los siete primeros clasificados para poder jugar en categoría preferente el año que viene en el que se reestructurará el fútbol valenciano. Sin embargo el paso de las jornadas posicionó al juvenil A en los primeros puestos y ahora no se renuncia a pelear por entrar en la fase de ascenso.
Sin embargo no está siendo una campaña fácil porque no se planificó como se debía en agosto. En pretemporada habían más de cincuenta juveniles para confeccionar tres equipos, aunque sin ayuda de la directiva. La pasividad de Nicasio Rivas y los suyos, unida a las elevadas cuotas que se pagan en el fútbol base verdiblanco en comparación con otras entidades deportivas, provocó la desbandada de muchos jugadores. Finalmente quedaron poco más de treinta y se confeccionaron dos equipos.
Ricardo Zamora advertía que «aquella situación no debemos olvidarla y evitar que se vuelva a producir. Si no hubiésemos estado la gente que cogimos el fútbol base hace unos años en la etapa de Carlos Navarro, hoy no existiría», en clara ilusión a ese grupo de entrenadores y amigos que forman los ya citados junto a Xarly, Pizarro o Juan Castillo, entre otros.