El Ayuntamiento amplía el servicio de recogida de aceite usado

El Ayuntamiento de Novelda, a través de Urbaser, servicio municipal de recogida de residuos y limpieza viaria, ha ampliado el servicio de recogida selectiva de aceite usado con la instalación de nuevos contenedores de reciclado y ha puesto en marcha una campaña de comunicación que, bajo el nombre “Recollida selectiva d’oli de cuina”, tiene como objetivo de informar sobre el correcto uso del servicio.

El departamento de Medio Ambiente ha incrementado el número de contenedores para la recogida segregada de aceite usado, instalados en vía pública, que ha pasado de 6 a 15 unidades. Los contenedores, metálicos y de color naranja, además de estar ubicados en todos los barrios de la ciudad también han llegado a las instalaciones del Ecoparque y a los accesos del Mercado Municipal.

Paralelamente, en el marco de la campaña “Novelda Ciutat Sostenible”, el departamento de Medio Ambiente ha puesto en marcha, con el objetivo de informar a la ciudadanía sobre el correcto proceso de reciclaje del aceite usado, la campaña de sensibilización “Recollida selectiva d’oli de cuina”, una iniciativa informativa que se completará con el reparto de un ecoembudo para facilitar el proceso de recogida de aceite. El ecoembudo se distribuirá en el stand que el servicio de educación ambiental instala en mercadillo municipal y en las dependencias del departamento de Calidad Ambiental.

Ruben Millán, concejal de Medio Ambiente, ha señalado que en la actualidad se están recogiendo anualmente cerca de 3.500 litros de aceite, lo que deja un “gran margen de mejora, ya que se estima que se puedan estar produciendo alrededor de 75.000 litros en Novelda” y ha subrayado que es vital seguir “las pautas correctas a la hora de segregar el aceite, que debe ser depositado en los contenedores en botellas de plástico bien cerradas y con el aceite frío”.

Un litro de aceite contamina más de 1.000 litros de agua, no es biodegradable, origina problemas ambientales y de salud, ocasiona obstrucciones en las tuberías y en la red municipal, provoca malos olores, suciedad, insectos y plagas y encarece el tratamiento de las aguas en las depuradoras. El aceite reciclado, tras pasar por un gestor autorizado que realiza un proceso de filtrado y decantación, se transforma en biocombustible, jabones, productos de cosmética, abonos, etc.