El Museo Histórico Artístico de Novelda abre una sala expositiva monográfica dedicada a la Ermita de Sant Felip, donde recoge la historia y recuperación de uno de los enclaves patrimoniales, histórico y arqueológico del municipio hoy reconvertido en centro de interpretación de la historia local y sala polivalente para usos culturales.
Coincidiendo con la celebración del Día Internacional de los Museos el Museo Histórico Artístico de Novelda ha inaugurado la sala dedicada a la Ermita de Sant Felip en un acto en el que también se ha presentado la visita virtual al Museo que permitirá realizar un recorrido por el mismo a través de cualquier dispositivo móvil.
Geno Micó, responsable de las áreas de de Cultura, Turismo y Museo, ha sido la encargada de presentar esta nueva sala monográfica, considerada como la “ampliación más significativa” realizada en el museo desde su fundación en 2003, en la que se muestran algunas de las “joyas y hallazgos localizadas durante las excavaciones arqueológicas realizadas en la ermita, un espacio rico en cultura e historia, donde radica uno de los orígenes” de Novelda.
La concejala de Cultura y Museo ha puesto en valor el “empeño y empuje” realizado por el departamento, especialmente por José Luis Pellín y Dani Andrés, para la consecución del nuevo espacio expositivo en el que, a través de paneles, imágenes y objetos procedentes de diferentes épocas y asentamientos localizados durante el proceso de recuperación de Sant Felip, se profundiza en la historia de Novelda.
Además, en la misma sala, también se puede visionar la visita virtual al Museo Histórico Artístico, un recurso al que se puede acceder a través de cualquier dispositivo móvil y que “permite, desde cualquier parte del mundo, visitar el museo a golpe de click”. En este caso Micó ha recordado que el recurso digital se suma a los que ya existen sobre el Centro Cultural Gómez Tortosa o la propia Ermita de Sant Felip, en la que se puede puede contemplar los restos arqueológicos de la zona de enterramientos del siglo XI, el área habitacional del siglo XV y la cripta de los enterramientos de los miembros de los Hermanos de la Sangre de Cristo del siglo XVIII, la hermandad laico religiosa ortodoxa que regentó la ermita durante el siglo XVIII.