La Guardia Civil de Alicante ha detenido en Aspe y Novelda a cuatro hombres, todos ellos de nacionalidad española y con edades comprendidas entre 21 y 41 años, como presuntos autores de cuatro robos con fuerza, un delito de hurto, un delito de estafa y y un delito de usurpación de estado civil. Asimismo se investiga a otras tres personas en San Vicente, también españoles, como presuntos autores de tres delitos continuados de receptación. Los robos de cobre fueron cometidos a plena luz del día, según indicaron varios testigos, en las localidades de Alicante, Elche, Agost, Aspe y Torrepacheco (Murcia).
El equipo ROCA de la Guardia Civil de Ibi, especializado en la investigación de estas prácticas delictivas en partidas rurales y polígonos industriales, identificó inicialmente a dos personas que se dedicaban a las sustracción y posterior venta de chatarra y metales. Finalmente consiguieron las pruebas suficientes para incriminar a las cuatros personas que formaban este grupo.
El primero de ellos fue detenido en Elche por hurto de ocho estructuras metálicas para la venta de fruta valoradas en 1.200 euros y que fueron vendidas a un chatarrero que desconocía la procedencia ilegal de las mismas, por lo que también se le imputa al detenido un delito de presunta estafa.
Las otras tres personas fueron detenidas en Aspe cuando regresaban de Torrepacheco, tras cometer un robo de veintinueve baterías acumuladoras valoradas en 3.500 €. Uno de los detenidos se identificó utilizando la identidad de un hermano que está en prisión, por lo que también se le imputa un presunto delito de usurpación de estado civil.
La operación finalizó con la detención de tres personas que compraron los materiales sustraídos a sabiendas de que eras robados, por lo que están acusadas de un presunto delito de receptación.
Los robos de cobre y materiales cometidos por estas personas, que ya se encuentran en libertad tras ser puestas a disposición judicial, fueron de tal magnitud que una de las fábricas afectadas en Agost y que se dedica a la elaboración de cerámica, tendrá que afrontar una inversión de 89.000 euros para reparar los daños causados.